La noche en que me desahogaba.


“La noche en que me desahogaba”

Mi vida afectiva siempre ha sido mi mayor aventura, siempre pasan cosas insólitas y por eso tiene tanto valor en mi vida, aunque siempre termine en el fiasco vacío de la tristeza. Aunque no todo es triste.

Una vez conocí a esa persona que decía sería mi único amor y mi única mujer, me enamoré y me equivoqué. No valoré ese amor y cuando no valoras algo que con tanto aprecio se te da solo te va mal, solo todo se acaba. Aprendí de ello, me costó mucho darme cuenta qué tanto yo hacía mal y ahora se alimenta mi experiencia. Conocí a otra persona de la cual me enamoré y dije haría las cosas bien. Todo marchaba bien, todo era bonito pero, ésta persona me falló. Quizás la vida me jugó al “recibes lo que das”, recibiendo ahora mí parte. Pasó un tiempo y a pesar de lo sucedido, mi corazón quedó enamorado y no quería superar ésta persona. Traté de buscarla otra vez y comenzamos a recordar tan momentos bonitos habíamos vivido, era hermoso.

Mi corazón sentía placer porque aunque me falló en un engaño doloroso aquella vez, él sentía que ella lo quería y no dudaba de ello, mi corazón entendía la situación. Un tema que mucho influyó es que nunca dejé la comunicación con la chica con quien por primera vez me enamoré, la cual pasé peores y mejores experiencias que me hicieron madurar como una persona, como un escritor ahora. Muchas personas criticaron y aún hoy siguen criticando el por qué aún nosotros, ella siendo mi ex, tenemos una de las mejores amistades que pudiese existir en el universo, según los adultos y los adolescentes rebeldes, si todo acabó… Todo acabó.

Cuando ella y yo estábamos juntos prometimos que “el día que nos separáramos o nos separara la vida nunca dejaríamos que la amistad se deteriorara”. Decidimos esto porque es un acto de inmadurez que después que dices que amas a alguien ahora ni le hables y digas que lo odias, añadiendo que es la peor persona que pudiese existir. Bueno, así es el siglo XXI y es la realidad. Nosotros no queríamos ser así y por tener una historia que cuenta mucho, deberíamos ser diferentes a las personas.

Al comenzar a tratar nuevamente a la chica de quien no podía olvidarme, las cosas fueron marchando mejor. Aclaramos aquél mal entendido cuando ella se dejó influenciar por su alrededor y prometimos aprender el uno con el otro, me pidió que le enseñara el amor verdadero, ella aprendería conmigo y estando mi lado hacer las cosas bien. Entonces me decía a mí mismo, si aún la quiero y a mí en el pasado me dieron oportunidades, ¿Por qué no darle oportunidad a mi corazón de que siga siendo feliz a su lado?

El amor no nos ciega, como la mayoría de las personas piensa. Todas esas personas que piensan eso se equivocan y no saben el significado de amar verdaderamente. Tú decides a quién quieres amar porque ése individuo a ti te hace feliz, de infinidades formas y esto lo hace un amor verdadero. El amor nos hace ver más allá de la mentira y de la verdad, más a fondo de la realidad y la ficción, cuando amas realmente y el sentimiento es recíproco entre los seres, la vida es hermosa.

Mi vida comenzó a ser hermosa, como siempre debió ser y como siempre debería de ser. Estamos en vida en el planeta para vivir feliz y aprender de la misma. Ella y yo volvimos, sin embargo, no le agradó la idea de que mi ex fuese mi mejor amiga. ¿En qué cabeza cabe eso? Que tu ex sea tu mejor amiga… ¿Dónde se ha visto eso? “Donde hubo fuego cenizas quedan” dicen la frase popular, me reprocha la sociedad. Es donde pienso lo ignorante que son ese tipos de personas y donde te das cuenta que más allá de un pensamiento cínico solo hay una mente y un cerebro vago que no sabe lo que hace, ni dice, ni piensa.

No obstante, yendo superando ese hecho, lo fue tomando normal porque llega ese momento en que te das cuenta qué está realmente bien y qué está realmente mal, la promesas se hicieron para cumplirse y los candados para romperse, así de simple. Cuando has prometido, tienes dos opciones: Cumplir lo que prometes y vivir tranquilo en abundante felicidad o que hagas caso omiso a ello, rompas la promesa y seas un hombre fracasado de poca palabra de quien nadie confiaría. Yo elegiría la primera opción sin pensarlo.

Pasan los días, pasan las semanas, pasa el primer mes nuevamente y todo es hermoso. Aún sigue esa inquietud y es persistente. Pasan las semanas y pasa un nuevo mes,  las cosas marchan aún más hermosas. Pasa el otro mes y unos días para que comenzase a caerse las columnas del rascacielos. La vida juega papeles que tu quedas en asombro al leerlos y luego al vivirlos. Imagina estar hablando con tu amor y querer verse, estar feliz, riéndose el uno con el otro y sentir esa alegría conectada entre ambos solo por el hecho de escuchar su voz, donde tu felicidad se dispare a la décima potencia en unos microsegundos y tu sonrisa sea inquebrantable en ése momento.

Ahora bien, dices a tu amor que irás a comprar a una farmacia cerca de un centro comercial esa tarde y te topas con tu ex, en el centro comercial. Eso me sucedió a mí. Comenzamos a conversar, me contó de su vida, le conté de la mía. Tiempo sin vernos y fue agradable encontrarse, sin embargo, no sería agradable que tu pareja te consiguiera con tu ex pareja allí. También me sucedió. Si, parece de novelas pero es la realidad, sin embargo no nos adelantemos, eso fue ya cuando me iba. Al encontrarme con ella allí, le habían hecho una invitación a un spa facial. Era a las 17 horas aproximadamente y yo me iba a mi casa al ella entrar, era como una charla o conferencia de productos, ninguna estábamos seguro de lo que era. Al dejarle a ella en la puerta, los promocionadores del producto dijeron en pregunta que si yo también entraría para anotarme, entonces yo solo dije riendo: “Yo no tengo dinero”.

Resulta ser que la sesión del spa facial era gratis y me anotaron. Jamás pensé que iba a estar allí, con mi ex en un spa facial donde había aproximadamente 30 mujeres que probaban de ese momento las cremas para el cutis y tan solo 2 hombres, incluyéndome. Era algo realmente gay, mi pena era totalmente grande y el chico del micrófono pidió aplausos a los chicos presentes, y exclamó: “¡Hombre que se respeta usa cremas!”, era estúpido todo pero llamaba mí atención.

Recibí un mensaje de mi novia mientras estaba en la sesión del Spa facial, mi chica decía que iba ir al centro comercial donde yo estaba, pero ella no sabía que yo estaba allí puesto que solo dije que iba a la farmacia y al yo pasarme a dar una vuelta por el centro comercial me encuentro con mi ex saliendo de la peluquería, -¡Que problemón!- pensé. Se podrán imaginar la trama que yo sentía en ese momento, mostré el mensaje a mi ex allí que se untaba crema en la cara y ella me dijo que estaba en problemas, asimismo me pidió que me calmara.

Lo bueno es que mi subconsciente estaba tranquila porque no hacía nada malo, pero, sabrán cómo son las mujeres. Son ese individuo que piensan lo peor y los pensamientos no se acercan a la realidad cuando algo que ven no les gusta. Me había quedado sin red, mi teléfono se descargó y no puede contestar su mensaje. Ahora solo me quedaba esperar. Cuando el spa facial terminó, fuimos los primeros en salir, nos dirigíamos a la salida, yo iba a mi casa y ella a la suya, con suerte su casa quedaba más cerca que la mía y tenía que caminar bastante aun cuando el sol ya se escondía.

Al bajar las escaleras con ella, mi novia iba llegando e iba a subir las escaleras. Imagina llegar a un lugar y encontrar a tu pareja con su ex, tú sin saber nada. Tubo la mejor excusa para pensar lo peor, quedé atónito. Entablé una conversación con su madre pero ella salió corriendo con su pequeña hermana dirigiéndose por las escaleras a la planta alta del centro comercial. Me sentía mal por ella porque estaba pensando lo peor aun cuando nada era real sino la fantasía que su mente le dibujaba.

No pude hablar con ella en ese momento, fui a casa de una compañera que residía cerca y hablamos. Como era de esperarse, también criticó que yo aún tuviera una amistad con mi ex. Le conté lo sucedido pero me dijo que me calmara porque no había hecho nada malo, sin embargo nada bueno era lo que pensaba mi novia en ése momento.

Fue un momento de confusión para la mente de mí novia. Hablamos en la noche vía telefónica, le conté todo lo que había sucedido pero, estaba enojada y triste. “Era como si todo lo que yo le hubiese dicho en todo éste tiempo se derrumbara en una mentira”. Me dolía la situación porque no quería todo fuera acabar en un malentendido. “Sinceramente, no quiero hablar contigo ahora. Quizás mañana” Me dijo, aunque yo insistía. “Envíame un mensaje o llámame si quieres, estaré esperándole. Te amo y eres mi vida” fueron mis últimas palabras cuando colgué. ¿Qué podía hacer? Estaba enojada y triste, eso me ponía en abundante melancolía.

No podía ocultar mi dolor y sabía que mis sentimientos estaban llorando, así como el diluvio de mis ojos. Me sentía devastado, simplemente quebrantado. Mi tierno amor quizás como yo creía estaba pensando todo lo malo, algún pensamiento que no se acercase a la realidad. Me entristecía ése hecho. Quería que lloviera relámpagos y cayeran sobre mí, deseaba aviones se estrellaran y yo estuviese allí, quería bombas explotaran y fuese yo quien la cargara en el momento de la explosión, solo sabía que no me sentía bien y mi dolor era inquebrantable, como cuando estaba feliz que decía nada podría llevarme a la melancolía.

Mientras estaba escribiendo desahogando mi mente y mi interior, recibo una llamada en mi teléfono. Ya pasada dos horas que habíamos hablado mi chica y yo, mi hermana sale corriendo hacia mí con mi teléfono en la mano diciéndome “te está llamando”, rápidamente agarré el teléfono.
-       ¡Aló! Dije.
-  Te amo muchísimo, eres mi vida, te creo y no quiero perderte nunca, te amo inmensamente. Respondió ella.

Ahora bien, estaba triste pero podrán saber cómo ahora me sentía. Mis mejillas no dejaban de arder, mi sonrisa no podía quitarla de mi cara, mi noche dio un giro de felicidad que no esperaba tan solo me desahogaba. Arreglamos las cosas, me entendió, analizó la situación y se dio cuenta que a quien yo amo es a ella. Siguiendo la conversación comencé a llorar, fue algo estúpido pero cuando te das cuenta que puedes perder a ese ser que amas inmensamente y te hace feliz, es imposible no llorar. No me gusta llorar, sin embargo no podía contenerme.

Todo se arregló y mi corazón comenzó a latir con la misma intensidad al escuchar su voz diciendo aquellas palabras que querían escuchar mis oídos. Fue increíble. El desahogo sirvió en mis propios escritos, liberé la impotencia de no poder hacer algo. Cuando te has dado cuenta que lo que has hecho está mal la maldad se hace presente, y, mientras sea el bien lo que hagas, un supremo estará allí apretando tu alma pero no morirás en sus manos, te irá bien y aprenderás de ello.

Las mejores decisiones nunca se toman con rabia, tristeza y resentimiento, cuando no se esté bien es mejor posponer las decisiones. Si eres analítico en una situación y la lógica le acompaña, su posibilidad de vencer es realmente ventajosa. Escuchar su voz diciendo que me amaba fue lo único que podía hacer de mi noche feliz y así sucedió, fue así donde la noche en que me desahogaba mis sentimiento el cual lloraba se levantó de alegría del suelo.

La noche en que me desahogaba. La noche en que me desahogaba. Reviewed by Enrique on 20:39:00 Rating: 5

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