No es tarde para comenzar (I).

Parte I.

"Intentar lo que pueda fallar"


       Acababa de llegar del colegio y decidí irme acostar, el día estaba muy agotador, me quité el pantalón, y lo lancé hacia la cesta de ropa sucia, simplemente quería estar semi-desnudo y acostarme en mi suave cama. Quité mi franela, quedando tan semi-desnudo con una franelilla color verde pasto. Necesitaba pensar la solución para mi problema personal, no sabía si podría ocultar más y más el gran secreto que pervive en mi, el amor que me hace vivir. Era un común Martes por la tarde, el día fue muy agotador. Mientras estaba acostado y simultáneamente arropado con mi sábana producto del frío que sentía en mi cuarto, empecé a recordar la linda sonrisa que guarda mis pensamientos cada día de clases en la escuela, es una sonrisa que no puede salir de mi cabeza. Es una chica que conmigo estudia y pensaba como poder llegar a conquistar su amor, ya que no podía seguir ocultando el deseo de saber si ella de verdad sentía lo mismo por mi, fue una tarde de preguntas, preguntas como: si le confieso que me gusta, qué es quien mi corazón llenó de amor en tan poco tiempo cautivado con su sonrisa ¿Me rechazará o sentirá lo que yo siento? ¿Será que nuestras miradas cuando se quedan viendo fijamente son algo o simplemente es qué me sigue la corriente?, en ese momento las intrigas hacían cosquillas en mi estómago porque es lo que pensar en ella me provoca. Esa noche al quedarme dormido soñé con ella, recuerdo que estábamos ella y yo en la playa, el sol estaba caliente pero nos estábamos bronceando, acostados boca abajo en la arena viendo el mar, escuchando las olas sonar y los pelícanos nadar al fondo del agua conversábamos y le conté que me gustaba, que me encantaba mucho su sonrisa, el escuchar de su voz, su todo. Fue algo hermoso porque ella sentía lo mismo por mi, no podía creer que eso estuviese pasando, fue donde por primera vez logré mi más sueño anhelado hasta ese momento; besé sus labios. Todo era perfecto fue cuando escuché un gran sonido en mi cuarto y desperté, todo fue un sueño, nada fue real. Era miércoles y tenia la mañana libre y comencé a estudiar, fui hacia mi almacén y agarré mi libro de Psicología, me dirigí hacia la sala de estar y me senté a leer, mi mascota ladraba viéndome y sabía que no estaba bien, el solo pensar que iba otra vez a clases a verla y callar mi gran sentimiento me hacía sentir que era débil y no podía concentrarme en lo que estaba haciendo. Llegué como cualquier día a la escuela, estaba ya en clases viendo Dibujo técnico, no soy bueno en ella y más si tenía al lado de mi a la chica que tanto quiero, que amo en silencio. Ella no dejaba de verme y llegué a pensar que yo tenía algo en mi cara o cuerpo y comencé a sacudirme la cara y mi ropa con el motivo de hacerla reír, fue así. Me sonrojó el hecho de saber que la estaba haciendo sonreír. 
       Pensé que era el día correcto para decirle lo que sentía por ella, estaba sentada en su pupitre con un nuevo look en su cabello y más hermosa de lo que ella estaba anteriormente, la llamé y la abracé, su aroma era de colonia de bebé, su piel tan suave y un abrazo cálido que ayudó mi cuerpo para calmar el frío que hacía en el salón, el frío que en mi cuerpo sentía. Era el momento indicado para intentarlo, tenía frente de mi a la mujer que quería como mi pareja hasta que Dios quisiera que todo cambiara, intentar conseguir conquistar su amor aunque supiera que todo pudiese fallar. No podía ocultar más el amor que dentro sentía por ella, era imposible, de repente mis piernas comenzaron a temblar y agarré su mejilla sonriendo ocurrió lo que tanto esperé....


Continuará ...
No es tarde para comenzar (I). No es tarde para comenzar (I). Reviewed by Enrique on 14:34:00 Rating: 5

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